Después recuerdo que parte de esa comodidad, de ese sentirme en casa, esta unido irremediablemente a una melancolía cansadora, una melancolía que termina por tragarse mi liviandad. se me había olvidado que cada momento propio que tuve siempre terminaba irremediablemente añorando por momentos más felices. Solo recuerdos momento puntuales en que tenía alegrías que no desaparecían. Quiero salir a andar en bici cerca de mi casa, pasando por la carretera, respirando el aire fresco, escuchando soundtracks que parecen de autoayuda, sacando fotos a media carrera. Uno de los mejores días de mi vida.