jueves, 31 de enero de 2013

Cell

Que soledad la de este blog.

Leí un libro hace poco, en donde el mundo se ponía de cabeza por un impulso que viajaba por los celulares y que convertía a las personas en zombies violentos y hambrientos de... nada en realidad, solo los ponía violentos, ausentes y pútridos. No sé por qué, ni qué tiene que ver, pero me es como difícil el pensar en vivir de forma menos conectada de la que vivo ahora. Usando menos el celular, estando más desconectada de internet, qué se yo.  ¿Cómo ocuparía el tiempo? Siempre pienso que en todos mis casos hipotéticos, escribo mi novela -inmortal, como decían en las mismas novelas inmortales-. Pero lo cierto es que no tengo nada que escribir, he vivido tan re poco y no sé escribir lo que no conozco. Estoy en un oasis eterno de días plácidos, planeando, tal vez, aventuras por lugares lejanos, solo los dos y solo con los ánimos, sin mucho dinero ni cosas. Aun así, pienso, algún día voy a mirar todos estos días plácidos que pasé de la mano, descansando, conversando, planeando y sonriendo; y supongo que me va a importar un bledo no haber escrito mi novela.

viernes, 18 de enero de 2013

Volátil

Mientras viajaba, tenía ideas y pensamientos que me rogaban que los dejara anclados en algún lugar seguro. Lamentablemente, por falta de constancia mi pequeño diario de viaje murió pronto, y todos los pequeños pensamientos se quedaron allá, perdidos bien lejos. Una vez más, llegar a casa es como despertar en la mañana y olvidar un largo sueño; sigo tan en blanco como el día en que salí de acá.