Mala cuea, debe ser. Porque una explicación lógica no se me ocurre.
O el Karma, este Karma culiao que le gusta cobrarme cosas que no entiendo, y que según yo, no me merezco.
Cómo puede ser que, a penas tomo la determinación, a penas me decido a seguir un camino recto (no en el sentido de "buen camino", sino de derecho), aparezca este pelmazo y vuelva a mandar mis deciciones a la mierda?
Durmiendo al lado mio el muy perla, todo pasado a chela y enrollado en el cubrecama. Debo decirlo: aunque esté amurrada internamente por mi falta de fuerza de voluntad, me pone felíz verlo acá, al ladito mio, durmiendo durmiendo, todo acurrucado en mi cubrecama. Me pone muy feliz ♥
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