A ver si logro ver algo, salir de esta ceguera, mirar un poquito tus ojos.
Agarré el libro que estaba en el velador, lo he andado trayendo desde hace ya semanas, sin darme el tiempo de leerlo de nuevo. Lo abro, y leo los primeros párrafos. Se me había olvidado lo mucho que me gustaba. Nunca pensé en parecerme a la Livia, nunca fui como ella. Su viaje es distinto al mío, pero siempre esperé poder ser como ella algún día. Me faltó valor, todavía me falta. Aún así, me gusta caminar mirándome las uñas de los pies, 'me da un extraño poder', la Livia con sus propias palabras. Lo necesité ahora, pero el esmalte de ambos pies está a medio salir, y siento que me devuelve al principio. Algún día, algún día...
Siento los fuegos artificiales sonando lejos. Cuanta gente estará ahora mismo en la pampilla, celebrando como si se acabase el mundo? Tengo la mala costumbre de sentirme ajena a casi todas las celebraciones.
No, yo nunca fui como Livia. Es mi heroina, eso sí. Ella hace cosas que yo no puedo. De todas maneras, supongo que mi vida se limita a quedarme acá en las noches, divagando, y no haciendo los trabajos que debería estar haciendo.
Voy a arreglarme el esmalte de las uñas.
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