martes, 15 de julio de 2014

blessed brambles

Llevo dos días con puntadas en el costado izquierdo. Ayer, por pasar todo el día en la casa, al final del día la cabeza me dolía tanto que a penas podía pestañear. Hoy día desperté, y ambas cosas siguen relativamente igual.

Todos han cambiado tanto, y yo sigo escribiendo en este blogcito. Es raro, porque ya no hay nadie que lo lea: estoy sola, hablando con las paredes.